Siempre es curioso ver una célula de Peltier trabajando, más allá de lo que dice la teoría. Esta prueba permite que viviendo la experiencia se asimile perfectamente el aprendizaje de este efecto térmico.
Para ello, hemos tomado una de estas células y hemos puesto una de sus caras (la caliente) a un disipador junto con su ventilador. La idea es que ese calor no se acumule, en la cara caliente y, por tanto, facilite que la cara fría baje aún más su temperatura.
Para ello, hemos tomado una de estas células y hemos puesto una de sus caras (la caliente) a un disipador junto con su ventilador. La idea es que ese calor no se acumule, en la cara caliente y, por tanto, facilite que la cara fría baje aún más su temperatura.
Una cámara termográfica ayuda aún más a entender y valorar el proceso que está ocurriendo.
El agua se congela a los cero grados y, una vez esté totalmente congelada, podría seguir bajando su temperatura. Alrededor del hielo, la cámara muestra zonas de hasta -5 C, sin olvidar que la temperatura de la sala es de 19 C